“Mi relación con Bayly no se basa en el erotismo”

“Ya no escribiré sobre mi relación con Jaime (Bayly) porque las historias se cuentan solo una vez, después aburren”, me dice Silvia Núñez del Arco. Acaba de publicar Hay una chica en mi sopa (Planeta), la historia de un amor lésbico (y prohibido).

"Me criaron como hija única. En la niñez era un tanto egoísta, pero cuando una crece la vida nos enseña que hay que compartir. Igual, yo pienso un montón en mí: primero hay que quererse para luego ser capaces de dar amor”, me dice Silvia Núñez del Arco, la escritora que ha ganado fama por ser la novia de Jaime Bayly.

¿La maternidad te ha ayudado a madurar?

Siento que sí, pero nunca he sido una chica alborotada, siempre he sido tranquila. Ahora me cuido muchísimo, no salgo a fiestas, no tomo alcohol.

Tienes 22 años y ya vas a ser madre, ¿no sientes que estás viviendo muy rápido?

No, para nada. Si hubiese salido embarazada a los 19 años, quizá. A los 22 ya tengo dos novelas y mis planes son seguir escribiendo. No siento que el bebé sea un obstáculo para, por ejemplo, escribir mi tercera novela.

¿Te ves pasando el resto de tu vida con Jaime?

Sí, y él también. Estamos en una etapa muy buena donde prevalece la complicidad. Y la complicidad perdura más que la pasión, que tiene su encanto pero pasa. Mi relación con Jaime está construida sobre la amistad, en preocuparnos el uno por el otro, en estar ahí. No somos conscientes de la diferencia de edad. Él me habla con naturalidad de cosas que pasaron cuando yo aún no había nacido y, luego, me dice: “Me olvido de nuestra diferencia de edad”. Y eso pasa porque nuestra relación es de igualdad.

Tienes 22 años. A esa edad uno prioriza la pasión…

Nunca he sido muy carnal, muy pasional. A pesar de lo que puedan decir mis libros, soy una chica tranquila. Y, de momento, no tengo ninguna inquietud de conocer otras cosas, quizá porque estoy embarazada. No siento que me esté perdiendo de nada, porque vivo el momento más feliz de mi vida, tanto por Jaime como por el bebé.

Jaime siempre juega con su capacidad amatoria. Es más, hasta dijo que se había jubilado.

Claro. Él y yo somos muy bromistas y nos divertimos mucho diciendo ese tipo de cosas, pero en parte es cierto. Como te digo, mi relación con Jaime no se basa en la pasión, en el erotismo. Jaime no miente cuando dice que se está jubilando y que el sexo no es la prioridad en su vida… y en la mía, tampoco. Entonces, es bacán porque, como viejitos, nos sentamos a jugar ajedrez o pin pon, o salimos a caminar o escuchamos música.

¿Qué piensas de las declaraciones de Luis Corbacho, quien dice que tu última novela, Hay una chica en mi sopa, no es ficción sino realidad?

Prefiero no tocar el tema porque significaría darle de comer a las aves que están por allí, sueltas en un parque. Estoy feliz y nada de lo que se diga va a interrumpir mi felicidad. Estoy tranquila y, por respeto a mi bebé, prefiero no seguir en el tema y cuidar mi embarazo, pues el bebé es hoy lo más importante para Jaime y para mí.

Entonces no es cierto que hayas tenido experiencias lésbicas…

No. Y si la hubiera tenido no la negaría porque vivir algo así no me va a hacer ni más ni menos persona ni va a afectar en nada mi reputación. Cuando he querido decir algo transgresor lo he dicho sin problema.

¿Qué lees?

Me he puesto de tarea leer a escritores como Faulkner, Flaubert. De Faulkner leí Mientras agonizo, ¿puede ser?

Sí, es suya. Dicen que los poetas no necesitan haber leído mucho para ser geniales…

Exacto.

Pero los novelistas, sí.

Yo creo que uno no es escritor por los autores que lee sino por las vivencias que uno tiene, vive y siente; por las cosas que te dictan tus instintos, tu cabeza y tu corazón. Charles Bukowski, por ejemplo, no leía. O sea, sí leía, pero no pasaba su tiempo citando a escritores eruditos. Es importante enriquecerse con buenas lecturas para mejorar el vocabulario, la forma de las oraciones, pero no creo que eso haga a un escritor.

¿Qué hace a un escritor?

El que se ponga a escribir. Un escritor es quien escribe con constancia, que no espera la inspiración para ponerse a trabajar. La inspiración es una cosa menor al ponerse a escribir, máximo será un 8%, el resto es trabajo.

¿Quiénes forman tu canon literario?

(Piensa). Soy muy joven para mencionarte a 20 mil autores que haya leído o que me hayan influido. Pero siempre he dicho que Bukowski dejó una gran huella en mí, pues me sorprenden su brutalidad al contar las cosas y su estilo de vida. Antes de escribir Hay una chica en mi sopa me leí la trilogía de Larsson, que me enseñó a manejar el suspenso como herramienta para crear tensión. También me gusta el estilo coloquial de Nick Hornby. Y también Coetzee, por su prosa de oraciones cortas, y no se enreda tanto como Flaubert.

¿Has leído Conversación en La Catedral?

Noooo. Todavía no me mando. Es una lectura densa. Está en mi lista. La que me gustó fue Travesuras de la niña mala.

¿Te imaginas en Estocolmo?

No es algo que esté en mi nube de sueños. Me basta con que la gente me lea. Ese es mi mayor premio. Quiero que la gente note la mejoría en mi trabajo. Ese es mi mejor Nobel.

Fuente: Peru21